La bulimia nerviosa es un trastorno alimenticio donde la persona que la padece tiene episodios regulares de comer en exceso y siente una pérdida de control, posterior a la ingesta excesiva de alimento la persona utiliza diversas formas para deshacerse de los alimentos que consumió (purgarse) y evitar el aumento de peso, esas formas pueden ser provocarse el vómito o consumir laxantes para expulsar los alimentos. Existen muchas personas con bulimia que también padecen de anorexia nerviosa.
Al igual que otros trastornos alimenticios la bulimia afecta más a mujeres que a hombres y es más común en adolescentes y mujeres jóvenes.
No se sabe con exactitud la causa de esta enfermedad pero existen factores que influyen para que se presente como los genéticos, psicológicos, traumáticos, familiares, sociales o culturales y probablemente la bulimia se debe a más de un factor.
Generalmente la persona sabe que tiene hábitos de alimentación anormales y por eso llega un sentimiento de culpa después de los episodios de consumo excesivo de alimento.
En cuanto a los síntomas, las personas pueden presentar episodios de comer en exceso varias veces al día durante varios meses. En estos episodios la persona generalmente consume alimentos ricos en calorías y lo hace a escondidas. Estos episodios llevan a la persona al autorrechazo y a purgarse para no subir de peso y sentirse aliviados. Las purgas pueden incluir:
- Vómito provocado.
- Uso de laxantes, enemas o diuréticos.
- Exceso de ejercicio.
Las personas que padecen de bulimia generalmente se encuentran en un peso normal por lo que no es muy común que otras personas noten que presentan este trastorno alimenticio, sin embargo estas personas también tienen una imagen distorsionada ya que aunque se encuentren en un peso normal y sano se perciben con sobrepeso por lo que siguen con las prácticas purgativas.
Los síntomas que otras personas pueden notar abarcan los siguientes:
- Ejercicio compulsivo.
- Consumir repentinamente grandes cantidades de alimentos o comprar grandes cantidades de alimentos que desaparecen de inmediato.
- Ir al baño de manera regular inmediatamente después de las comidas.
- Botar empaques de laxantes, pastillas para adelgazar, eméticos (fármacos que causan el vómito) o diuréticos.
En un examen médico físico se pueden detectar algunas cosas como:
- Caries dental o infección de encías (gingivitis). El esmalte de los dientes se ve dañado por el constante contacto con el ácido del vómito.
- Vasos sanguíneos rotos en los ojos causado por el esfuerzo que se hace al vomitar.
- Boca seca.
- Apariencia similar a una bolsa en las mejillas.
- Granos y salpullido.
- Cortaduras o callosidades pequeñas en las puntas de los dedos causadas por el vómito autoprovocado.
La bulimia es una enfermedad peligrosa que puede llevar a daños que, si no son tratados, pueden llegar a ser permanentes por lo que es de suma importancia que a la menor sospecha se visite al médico. Las complicaciones de esta enfermedad pueden ser:
- Estreñimiento.
- Deshidratación.
- Caries dentales.
- Desequilibrios electrolíticos.
- Hemorroides.
- Pancreatitis.
- Inflamación de la garganta.
- Rupturas del esófago a causa del vómito excesivo.
El tratamiento para esta enfermedad dependerá de la gravedad de la misma y de la respuesta del paciente a los tratamientos que abarcan:
- Los grupos de apoyo pueden servir para la bulimia leve sin otros problemas de salud.
- La terapia cognitivo conductual (TCC) y la nutricional son los primeros tratamientos para la bulimia que no responde a los grupos de apoyo.
- Los antidepresivos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) se emplean a menudo para la bulimia. Una combinación de terapia cognitiva-conductual e ISRS es muy eficaz si la primera no funciona sola.
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